ARENAS-TALAVERA-LISBOA

     Los planes se trastocan un poco a 15 días de la salida ALSA me sorprende al prohibirme llevar la bici en el bus. Alega que al ser ruta internacional, tiene prohibido llevar bici y tablas de surf. Les intento convencer de que la llevo totalmente desmontada, pero ni con esas.

   Para evitar sorpresas de última hora y que el conductor me niegue la subida de la bici. Empiezo a mover el tema del desplazamiento por tren.

   RENFE al principio me obligaba a reservar litera y ocupando una cabina para mí solo. Tras consultar insitu con el jefe de estación y el taquillero en Talavera, saco un billete de litera en clase turista y compartiendo coche con tres más. Espero no tener problemas al subir al coche. Mi idea este año es desmontar las dos ruedas, manillar, pedales y tija del sillín, embalarlo todo bien y al final descarto llevar bolsa de viaje para la bici. Ramón me comenta que pesa 4 kilos y una vez en Lisboa la tengo que doblar muy bien y llevarla a cuesta durante 9 días. Por lo que intentaré embalarla bien y con una funda que tengo dar el pego en el tren. Ya veremos.

   Tengo billete para las 00:08 del día 2 de octubre en la estación de Talavera, llegada prevista a la estación de Oriente en Lisboa sobre las 07:40 hora local. Mientras monto la bici, desayuno hago las visitas programadas el Lisboa capital espero empezar la ruta cruzando el Tajo en trasbordador sobre las 11 de la mañana.

   Dani, mi sobrino. Se ha ofrecido a llevarme a Talavera el viernes por la noche. Como he cambiado el turno por la mañana, me da tiempo de hacer bien las alforjas y embalar lo mejor posible la bici.

   La jornada de huelga la dedico para desmontar a mi negra, con la ayuda de mi sobrino Dani. Los pedales me dan problemas y me acerco donde Paco, en un momento me afloja los pedales. Ya en casa coloco el trasportín desmonto los pedales, las dos ruedas la tija del sillín y el manillar.  Embalo todo con plástico de burbujas de aire. Y finalmente le pongo la funda negra para dar el pego como bolsa de transporte. Como siempre Ramón se ofrece a dejarme la bolsa pero sus dimensiones y sobre todo su peso 4 Kg., me deciden a tomar la opción de la funda, apenas 100 gramos. La verdad que con cinta americana  negra hasta da el pego.

Viernes 1 octubre

   Tengo el turno de mañana, madrugo y aparezco sobre las 7 de la mañana en la oficina, con la idea de salir un poco antes.

   Después del bocata de media mañana, salgo a comprar unos sobres y sellos, para despedirme del padre Julio, ya que estaba de viaje en Ávila el día anterior. También le escribo a Martín de Alcántara. Le indico el calendario de la IV Alcantarina y el día probable de llegada, para podernos ver y charlar un ratito.

   Por la tarde me pongo a hacer el equipaje. Este año decido meter toda la ropa en bolsas herméticas. Días después me alegraría enormemente de esta decisión por la gran cantidad de lluvia que tendría por el camino. Elimino cosas y lo meto todo en las alforjas. Como siempre demasiado peso.. Cena familiar y despedidas.  Promesas de que tendré mucho cuidado y si lo veo mal me vengo

   Acude presto el revisor un joven alto portugués. Le indico el bulto de la bici y la posibilidad de meterla debajo de la litera, pero me indica que la llevamos a su propio compartimento y la recojo por la mañana en Lisboa.

   Me acompaña al coche cama. Ya están los otros tres compañeros de coche tumbados y alguno hasta dormido. Dos jóvenes franceses y un Sr. con indumentaria que me indica que es Indio, de la India eh....

   Acomodo las alforjas y la bolsa en compartimente superior y me tumbo sobre la litera. Me ha tocado la superior. Intento relajarme y coger el sueño, pero no puedo dormirme, pasan las horas alguna que otra parada, pero no me duermo.

   Me acuerdo de la canción "El chacachá del tren". Como se mueve y el ruido que hace. No pensaba que sonaba tanto. Es mi primer viaje en litera en tren. Al final me vence el sueño, dormito a ratos. Noto cuando paramos en las estaciones. Ya que conductor del tren no tiene mucha delicadeza en las paradas y arranques.

   A las 08 horas nos avisa el revisor de que ya estamos entrando en Lisboa. Nos vamos levantando, me dirijo al baño, todo muy reducido como os podéis imaginar, me lavo la cara y tras aliviar la vejiga retorno al coche. Preparo todo. El revisor, me indica que me espere a que salga todo el mundo y me ayuda finalmente a descargar la bici. Llegamos a la estación de Santa Apolonia sobre las 09 de la maña, hora portuguesa. Con todos los bártulos y con mucho esfuerzo me dirijo a la salida.