CRONICAS DE UN
BICIGRINO ALCANTARINO
ETAPA 5ª: LAS PEDROÑERAS - VILLACAÑAS
Las Pedroñeras - El Pedernoso - María de Los Llanos - Mota del Cuervo - El Toboso - Quintanar - P. de Almoradiel - Villa de D. Fadrique - Las Monterías - Villacañas,
Distancia: 84 Km.
Altura máxima: 769 m
Altura mínima: 666 m
Ascensión acumulada: 185 m
Máxima Pendiente: 4,050 %
Mínima pendiente: - 7,95 %
Jueves 13/10/11
Ya estamos en Villacañas.
________________________________________________________
Prosigo la crónica ya desde casa.
Duermo mal y me levanto con un fuerte dolor en la zona lumbar. Son las 7 cuando suena la alarma. pero todavía es de noche y aguantamos de charla un buen rato. A las 08 desayunamos y sobre las 08:30 ya estamos en el camino.
Camino con firme en buen estado y con buenos ánimos. Pedaleo alegre y frio matinal. Fotos a las primeras sombras de la mañana.
Entre viñedos llegamos al Pedernoso y por el camino de la derecha llegamos a Santa María de los Llanos. Buen camino con firme de tierra compactada con nos permite un rodar cómodo.
Siempre entre viñedos.
Aparecen los molinos de viento de Mota del Cuervo a nuestra derecha, bajamos por el Camino de Las Mesas.
Compartimos camino con la Ruta del Quijote. Camino con firme bueno y con alguna área de descanso
A las salida cogemos el camino viejo de El Toboso, seguimos entre viñedos. A la entrada vemos la báscula municipal y le pedimos que nos pese las bicis.
La fiabilidad de la báscula esta cuestionada pues "Mi Negra" pesa 22 kg. Al llegar a casa pesaría de nuevo y se me iría a cerca de 30 kg. La de Julián da 20 kg. Nos reímos y encontramos la explicación de que siempre en las bajadas le pase sin dar pedales.
Pasamos junto a la Casa de Dulcinea y seguimos camino de Quintanar
Buscamos un parque, compramos algo de comer y un merecido descanso. Seguimos camino llegando a la Puebla de Almoradiel y Villa de Don Fadrique unos 8 Km. después. El camino es favorable y llevamos buen ritmo.
Con mucho calor llegamos a Villacañas, son cerca de las 15 horas y tras localizar el Albergue, hablamos con la Sra. Julia unas casas más abajo. Pues creía que era la encargada. Tras consultar con el nuevo encargado. Nos abre el albergue para darnos una reconfortante ducha y descansar un rato hasta que lleguen los voluntarios.
Julián se duerme un rato, yo aprovecho para redactor el borrador de crónicas anteriores.
Salimos a dar una vuelta y un vecino me lleva a la biblioteca pues esta a la otra punto del pueblo. Tras comentar a la bibliotecaria la aventura me hace un hueco de 45 min. para poneros unas palabras.
Me dirijo a la Plaza tras un largo paseo y me encuentro con Julián, que había estado llamando al móvil, pero lo había dejado cargando en el Albergue. Nos sentamos en una terraza y unas cervezas hacer tiempo hasta las 20 horas que llegaran los voluntarios del albergue. Les comento que nosotros salimos a cenar fuera. Se oponen y al final nos convencen.
Hay varias personas esperando pues es el Albergue de Cáritas y dan la cena a personas sin techo. Somos unas 8 personas en total a cenar. Nos sirven en la mesa. Yo pongo reparos e intento ayudarles, pero se niegan.
Nos sirven un generoso plato de sopa, algunos repiten. De segundo un huevo frito, un trozo de pollo y dos empanadillas. De postre yogur y/o melón.
Quiero resaltar la amabilidad de los voluntarios del Albergue de Cáritas de Villacañas. Así como los demás compañeros de albergue pues en todo momento tuvieron trato correcto y educado. Todos nos duchamos antes de la cena y una agradable charla en la mesa. Nos alojaron a Julián y a mí en una habitación, donde metimos las bicis. Les agradecimos el detalle y quisimos colaborar con Cáritas con un pequeño donativo. Experiencia muy enriquecedora a nivel personal. Compartir mesa con personas que por diferentes causas están en la calle, algunos compartieron su historia con nosotros Me plantea cuestiones que hasta ese momento ves desde fuera. En los albergues del camino que he frecuentado estos últimos cinco años, han sido siempre albergues de peregrinos. Este año esta siendo especial por la soledad del camino, dormir en casas parroquiales, albergues de monjas, albergues de Cáritas, le dan otra dimensión distinta.
Un poco de charla y a dormir.